La boda en el estadio, incendió las redes sociales entre fans y los administradores del terreno deportivo por la supuesta avería al gramado del escenario. Mientras unos respaldan la decisión de la pareja,
Una inusual celebración matrimonial en el emblemático Estadio El Campín, el pasado sábado 24 de mayo, ha desatado una fuerte controversia en la capital colombiana. El evento, captado en video y rápidamente viralizado en redes sociales, ha generado indignación entre los aficionados al fútbol y ha puesto en el ojo del huracán a la administración del recinto deportivo.
La polémica se centra en el presunto daño a la gramilla del estadio, considerado un santuario para los amantes del fútbol, y en las posibles afectaciones a la programación del fútbol profesional colombiano, incluyendo un supuesto ajuste de fechas que habría restado tiempo de descanso a los clubes participantes en torneos internacionales.
Ante la creciente ola de críticas, Mauricio Hoyos, CEO de Sencia —la empresa encargada de la operación y renovación de El Campín—, salió en defensa de la decisión a través de un video. Hoyos aseguró que el matrimonio se realizó dentro de los términos de un contrato de arrendamiento previamente firmado, en el marco de un evento religioso más amplio que contó con la asistencia de más de 20 mil personas. "El estadio seguirá siendo la casa del fútbol, pero también se abre a nuevos usos culturales y ciudadanos", afirmó el ejecutivo, enfatizando que la boda duró apenas una hora y se llevó a cabo bajo condiciones acordadas.
Este incidente reaviva un debate de larga data en Bogotá y otras ciudades: ¿deben los estadios dedicarse exclusivamente al fútbol o es legítimo que se utilicen para eventos de diversa índole? Mientras Sencia insiste en que no se vulneraron acuerdos ni se afectó la operación oficial, la comunidad futbolística mantiene sus críticas, subrayando la primacía del deporte rey en estos escenarios.
La discusión sobre el uso mixto de los estadios, que busca un equilibrio entre la sostenibilidad económica y el respeto por su función principal, continúa abierta.