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Por un Gran Acuerdo Nacional para la Paz y la Justicia ante los hechos sucedidos con Miguel Uribe Turbay

Por un Gran Acuerdo Nacional para la Paz y la Justicia ante los hechos sucedidos con Miguel Uribe Turbay

Por: Vilbrum Tovar Peña/ Militante Pacto Histórico

Ante el atentado contra el líder de la oposición, Miguel Uribe Turbay, expresamos nuestro profundo rechazo a cualquier acto de violencia que atente contra la democracia, la vida y la convivencia pacífica en Colombia. Este trágico suceso nos recuerda la urgente necesidad de un **gran acuerdo nacional** que nos permita superar las heridas del pasado y construir un país donde la paz y el respeto sean pilares fundamentales.  

Nuestros niños y jóvenes tienen derecho a vivir en un país donde puedan disfrutar de su belleza sin miedo, crecer en un ambiente seguro y encontrar oportunidades lejos de la violencia que ha marcado nuestra historia. No podemos permitir que el odio y la intolerancia sigan dividiendo a nuestra sociedad.  

En este contexto, coincidimos plenamente con el llamado del presidente Gustavo Petro, quien ha insistido en la urgencia de un pacto nacional para erradicar los males heredados del bipartidismo, en especial la violencia, el narcotráfico y la corrupción, cuya raíz común ha sido la codicia desmedida. La paz no puede ser solo una aspiración, debe ser una prioridad nacional.  

Sin embargo, el camino hacia la paz no se basa únicamente en acuerdos políticos. La educación es el eje central para transformar nuestra realidad. Si queremos un futuro libre de violencia, debemos garantizar que nuestros niños y jóvenes tengan acceso a una formación integral, basada en valores sólidos que los alejen del crimen, la exclusión y la desesperanza.  

La realidad nos obliga a actuar con urgencia. No podemos seguir indiferentes ante la violencia que golpea nuestras comunidades, hasta que nos alcance en nuestras propias casas. Es momento de insistir en un gran acuerdo nacional, en el que todas las fuerzas políticas, sectores sociales y ciudadanos comprometidos trabajemos juntos para reconstruir la esperanza, recuperar la justicia y garantizar que ninguna generación tenga que vivir con miedo.  

Colombia merece una oportunidad para la paz, y depende de cada uno de nosotros hacerla realidad.