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Liliana Acosta, habitante de Plato, Magdalena, vive una de las caras más crueles de la negligencia médica en Colombia.
Desde hace más de un año, una masa comenzó a crecerle al lado de la nariz y hoy le invade parte del rostro, comprometiendo la órbita ocular, causándole pérdida de la visión en un ojo, dolores de cabeza insoportables y una grave dificultad para respirar.
Desde hace meses, Liliana ha hecho lo humanamente posible: ha ido una y otra vez a citas médicas, ha entregado papeles, ha pedido ayuda, ha radicado derechos de petición y ha elevado quejas formales “llevo dos meses de tener los papeles en mutualser y todavía no me dan solución “ confiesa, pero la respuesta ha sido el silencio.
La EPS ha ignorado por completo la urgencia de su estado de salud, negándole una atención oportuna.
Liliana que es madre de tres hijos, no solo enfrenta una condición de salud que avanza sin freno, sino que también lucha contra el abandono del sistema de salud.
A pesar de haber acudido con frecuencia a la EPS Mutualser entregando los documentos requeridos desde hace dos meses, interpuesto derechos de petición y múltiples quejas, su situación sigue igual: sin diagnóstico claro, sin tratamiento, sin esperanza.
La incertidumbre de no tener un diagnóstico claro y la falta de una ruta médica establecida la tienen al borde del colapso emocional.
El caso de Liliana no puede seguir siendo ignorado. La EPS Mutual Ser tiene una responsabilidad directa con su salud, su bienestar y su derecho a vivir con dignidad.
