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El tren amarillo no llegó a Macondo y el crucero por el río Magdalena no llegará a El Banco

El tren amarillo no llegó a Macondo y el crucero por el río Magdalena no llegará a El Banco

Por: Rafael Ocando 
Columnista invitado Informativo El Morro

Era el 30 de mayo del año 2007, cuando con bombos y platillos una noticia alegró a todos, con 80 años y ya llevado por la vejez llegó Gabriel García Márquez a su natal Aracataca, lo que en ese momento se anunció como el viaje inaugural del Tren Amarillo de Macondo, una apuesta del gobierno de ese entonces por mantener vivo el legado y despertar el interés por conocer la tierra de este renombrado escritor. 


El proyecto era que un tren turístico partiera desde la Sociedad Portuaria de Santa Marta, recorriera, Ciénaga, Zona Bananera, hasta llegar a Aracataca, donde los pasajeros serían recibidos por una variada oferta relacionada con GABO y su historia.

Sin embargo, todo parece haber quedado ahí , la tierra de gabo sigue siendo uno de los sitios de mayor interés para visitar en el departamento del Magdalena, pero el Tren Amarillo,  nunca despegó desde el puerto de Santa Marta, las inversiones anunciadas en la adecuación de sitios comerciales, los vestidos de las cumbiamberas que recibirían a los turistas en la estación Aracataca, quedaron colgados, el guía turístico que construyó la historia con los nombres de los sitios y las fincas por donde pasaría la ruta del tren quedó esperando.

Han pasado desde entonces cinco gobernadores en el Departamento del Magdalena y el Tren Amarillo de Macondo, no logró despegar, su pomposo nombre quedó solo en promesa de programas de gobierno en campaña y seguramente sus folios de formulación, deben estar engavetados en cualquier anaquel administrativo que desempolvan para recibir alguna visita internacional con el propósito de mostrarle lo que se tiene que al final de cuentas es nada.

Seguramente la culpa de esto la tendrá la legislación colombiana o la tramitología de permisos ante FENOCO, el Ministerio de Transporte, la ANLA, ANI o el ministerio de Comercio Industria y Turismo, lo cierto, es que ni siquiera los renombrados gobiernos del cambio, cacareado y desgastado, han dado para impulsar esta iniciativa, seguramente porque no fue una idea adánica, de su prócer magnánimo, ni siquiera, porque es para la misma tierra donde nació Caicedo. 


Pero esta no parece ser la única tragedia para el turismo en el Departamento del Magdalena, conozco muchas, pero me voy a referir solo a una más.

Por estos días nos ha deslumbrado la imponencia de un lujoso crucero que está recorriendo el río Magdalena de norte a sur.

Esta majestuosidad solo recuerdo haberla visto en películas extranjeras, pero resulta que en Colombia desde 2018, se viene trabajando en la rehabilitación de este río que atraviesa el país, para su navegabilidad y fines turísticos.

Este año 2025, el proyecto se hizo una realidad, en la tierra, todas las poblaciones ribereñas fueron preparando su infraestructura, su oferta gastronómica y turística, puesta tono para la llegada de una vista ilustre.

Sin embargo, causó sorpresa en los últimos días cuando el famoso y lujos crucero, empezó su recorrido de prueba, se conoció a través de las redes sociales que por falta de un muelle con las condiciones técnicas necesarias para el arribo y desembarco de los turistas, este municipio no fue incluido en el itinerario, dejando por fuera entonces la historia y belleza de esta población , los turistas no podrán degustar de un bagre frito o un bocachico en viuda, como le gustaba al difunto Ernesto Mcausland.

Esta tragedia para el turismo del sur del departamento, es una muestra más de la falta de gestión y liderazgo desde la Gobernación del Magdalena, en no acompañar un proceso tan importante, estoy seguro que con lo que cuesta al año la casa Magdalena en Bogotá, estaría la plata para la adecuación del muelle que se necesita, para la llegada del crucero a esta población.

Mientras se ponen de acuerdo en de quien fue la culpa de la falta de gestión, aun cuando estaban los permisos de la autoridad ambiental, los banqueños se tendrán que conformar con ver pasar el crucero desde la terraza del hotel Panorama o a un lado de la catedral.