Las autoridades locales han emitido una alerta a turistas y residentes por la presencia de fragatas portuguesas en las aguas de Taganga, una especie marina que, aunque visualmente llamativa y parecida a una medusa, representa un alto riesgo para la salud humana.
Este animal, también conocido como carabela portuguesa, puede provocar graves afectaciones al entrar en contacto con la piel, desde quemaduras intensas hasta complicaciones neurológicas e incluso la muerte.
Ante esta situación, expertos han compartido tres pasos fundamentales en caso de contacto accidental con este organismo. Lo primero es retirar inmediatamente a la persona del mar, ya que las toxinas liberadas por los tentáculos pueden causar parálisis neuromuscular, lo que incrementa el riesgo de ahogamiento o hundimiento.
En segundo lugar, se debe evitar el uso de agua dulce, orina o cualquier tipo de crema o líquido casero en la zona afectada. Estos métodos populares pueden agravar la situación al estimular una mayor liberación del veneno.
Lo recomendado es lavar la zona con suero fisiológico para arrastrar los residuos sin provocar más daño.
El tercer paso es trasladar a la persona afectada a un centro médico lo antes posible. La intervención profesional es crucial para evitar complicaciones mayores. En ningún caso se deben retirar los tentáculos con las manos desnudas, ya que esto puede perjudicar también a quienes intentan ayudar. Se deben usar guantes o pinzas para manipular cualquier resto del animal.
Las autoridades turísticas y de salud hacen un llamado a la prevención y al respeto por las advertencias señaladas en la zona. Se recomienda a los visitantes estar atentos a la señalización en las playas, evitar el contacto con cualquier organismo flotante y reportar su presencia a los organismos de socorro para garantizar la seguridad de todos.